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25 sierpnia, 2021 • 0 Comments

Niños arenero

De hecho, ninguno de los dos tiene idea de cómo nos conocimos. No sabemos qué edad teníamos, ni dónde tuvo lugar nuestro primer encuentro. De una cosa estamos seguros: nos conocemos desde siempre. Supongamos que desde el proverbial foso de arena. Pero nadie sabe cuándo exactamente, ni siquiera nuestros padres. Para los que no nos conozcan tanto, creo que es importante explicar por qué se utiliza la palabra „padres” en la primera entrada de este blog, que al fin y al cabo es sobre nuestra boda y recepción. Bueno, nos presentaron ellos, nuestros padres, que para el otro no eran más que conocidos de algún grupo de amigos común.

Es muy probable que nos hayamos visto por primera vez cuando apenas podíamos hablar, y el encantador „¡Gugugaga!” era el equivalente a „¡Encantado de conocerte!”. El primer encuentro consciente y prolongado que recordamos fue en 1999 y nuestro viaje juntos a un campamento de invierno en Szczyrk. Estaba estresado. Había muchas cosas nuevas. Allí estaba Karol. Allí estaba Marcin. Un montón de „tías” y „tíos” nuevos, porque si no, ¿cómo puedes hablar con adultos simpáticos y conocidos con los que te ves todos los días durante una semana? Sólo „tía” y „tío”. Simple. Volviendo a Szczyrk, creo que he vivido este viaje mucho más que Karol. Karol conocía mejor a Marcin, tenían la misma edad y, lo más importante, era ya su segunda (¡o quizá tercera!) temporada de esquí. Mis conjeturas resultaron ser correctas. Los niños de 7 años realmente cumplieron.

Marcin estaba definitivamente a la cabeza en lo que respecta a las habilidades de esquí. Karol quedó en segundo lugar y yo en tercero. ¡El ritmo de Marcin era tan bueno que podía ser un compañero de descenso incluso para los adultos! Pasé los dos primeros días de las vacaciones de invierno aprendiendo, y a partir del tercer día dejé la cinta transportadora y me enfrenté al siguiente reto del esquí, que era la barra en T. Hubo muchas veces en las que Karol me esperó, y a veces hizo dos recorridos por el mío, y como resultado acabamos en el mismo remonte sin saber lo que pasaba.